En bastantes ocasiones me han localizado como Doula de
posparto, aunque no haya estado con la madre durante su embarazo ni durante su
parto.
Me he encontrado con situaciones muy variadas, desde
falta de información respecto al cuidado del bebé, de lo que es el puerperio a
nivel emocional, hasta auténticos
problemas con la lactancia (que he derivado al profesional competente, mucho
más cualificado que yo) pero la mayoría de las llamadas se han solucionado
escuchando y reforzando el sentir de los padres.
Este es el caso de Leticia, quien vive en un
pueblecito cerca de Valencia y a cuyo hogar he acudido en dos ocasiones.
Comparto esta carta con su permiso con el único fin de
que si te encuentras en alguna situación que te desborda, te encuentras sola o
no sabes con quien comentar tus desvelos, sepas que siempre habrá quien te pueda
escuchar sin juicios, con información y con mucho cariño...
¡Hola
Concha!
Hace tiempo que quería escribirte la experiencia que tuvimos cuando te
necesitamos, pero siempre me pongo a hacer otras cosas! Así que ahí va...
Contactamos
contigo a través de mi amiga Elvira., ella había tenida un parto natural y una
lactancia muy buena con su niña, así que era un referente para mi, pues mis
amistades no lo habían hecho o no me transmitían confianza.
Nuestra experiencia en el parto fue estupenda,
la dilatación la pasamos en casa y cuando llegamos al hospital fue ponerme la
epidural, una hora más de dilatación, dos empujones y Ángela estaba con
nosotros. Le hicieron la exploración mientras me cosían apenas un punto y
enseguida la tenía en brazos. De camino a la habitación ya intentaba agarrar el
pecho, así que la puse inmediatamente y parecía que se había enganchado bien. El problema vino después, mi marido y yo
habíamos hablado largo y tendido de lo que haríamos: lactancia, cuna sidecar,
piel con piel, mucho amor y cariño. A pesar de toda la información recopilada,
las decisiones y demás, no dejábamos de ser padres primerizos y las
opiniones de nuestras respectivas madres nos abrumaban, con la consecuencia que
las dudas nos venían a la mente.
El tercer día de la lactancia el dolor de los
pezones era insoportable y recurrimos a mi amiga Elvira quien nos recomendó
hablar contigo. Al día siguiente ya estabas en casa, desprendías una paz y una
tranquilidad que enseguida nos relajamos ¡Fue maravilloso charlar
contigo, despejar dudas y aclarar decisiones! Al fin y al cabo no lo estábamos
haciendo tan mal… Realmente un alivio el
hablar con una persona que te comprendía y que escuchaba sin interrumpir para
dar su opinión ¡como venían haciendo las abuelas! Solo era una mala postura al
amamantar y quedó solucionado inmediatamente.
Después continuamos con la lactancia
estupendamente durante tres meses, hasta que sufrimos una crisis de lactancia,te volvimos a necesitar y acudiste de nuevo a mi llamada. Me encontraba tan agobiada con mi madre y sus
opiniones que se me había olvidado lo que era una crisis. Nada más hablar
contigo nos tranquilizamos y pudimos reanudar una lactancia maravillosa…
Tus palabras han sido valiosísimas para nosotras
y, aunque continuo lidiando con mi madre, me lo he tomado de otra manera.
Recomiendo a todas las mujeres que tengan un
acompañamiento por una Doula, sobre todo para sobrellevar mejor la maravillosa
experiencia de ser madre.
Seguimos con una lactancia maravillosa ya hace
casi ocho meses.
Muchas gracias por todo Concha.
Besazos de Àngela, Óscar y Leticia.
Comentarios
Publicar un comentario
Dime tu OPINIÓN, por favor, me interesa y mucho
Si no usas ninguna cuenta, ELIGE la opción Nombre/URL, luego ESCRIBE tu nombre o nick y deja en blanco URL.
Dale a continuar, escribe tu comentario, pincha en PUBLICAR un comentario...
Gracias.